El cobre está al borde de un nuevo punto de inflexión después de que la Bolsa de Metales de Londres ajustara sus reglas para hacer frente a niveles históricamente bajos de inventarios.

El desequilibrio actual en la oferta y la demanda empujó los precios a niveles casi récord, justo por debajo de los $10.000 por tonelada. Volvió a los máximos de mayo porque las existencias de la LME cayeron a 15.225 toneladas, el nivel más bajo desde 1974.

Las bajas existencias llevaron a la LME a tomar precauciones temporales para mantener la liquidez del mercado.

El comité ad hoc determinó que en ciertas circunstancias, sería apropiado tomar las siguientes acciones: 1 - cambiar ciertos requisitos dentro de la regla de préstamos; 2 - imposición de restricciones al backwardation para los contratos tom-next; 3 - introducción de un mecanismo de entrega diferida para determinados contratos.

Pero a pesar de que se espera que el cobre enfrente escasez de suministro este año, algunos analistas señalaron que el mundo no se quedará sin el metal.

Colin Hamilton, analista de materias primas de BMO Capital Markets, dijo que los problemas de suministro que obligaron a la LME a tomar medidas provisionales destacaron las debilidades del sistema, pero el mundo seguirá estando bien abastecido de cobre. Explicó que muchas empresas ahora están almacenando el metal en previsión de problemas de suministro en el futuro.

Los analistas de materias primas de TD Securities también dijeron que esperan que las medidas tomadas por la LME alivien la presión de la actual contracción de las posiciones cortas.

Pero no todos los analistas son optimistas de que el cobre pueda mantenerse en niveles récord. Bernard Dahda, analista de materias primas de Natixis, dijo que los metales básicos pueden enfrentar pronto una corrección de la demanda que comenzará a normalizarse en el primer trimestre de 2022. Agregó que la disminución de la actividad económica en todo el mundo, especialmente cuando China está lidiando con un debilitamiento del mercado de vivienda, podría afectar la demanda mundial de metales no ferrosos.